Hay algo que me acompañó siempre de pequeña, que de alguna forma normalicé en mi, en mi vida y no fue hasta la edad adulta cuando me di cuenta de lo afortunada que era por ello. La Naturaleza, el contacto con ella, el poder que tenía en mi, en mi estado, en mi propia naturaleza humana.
No fue hasta la edad adulta cuando empecé a tomar contacto con ella de manera voluntaria, para que me ayudara a tomar contacto conmigo, con mi cuerpo, con mi estado mental. Observar la Naturaleza ha sido y sigue siento para mi, Medicina, Fuente de Inspiración, Reflejo y mucho Aprendizaje, creo que uno de los medios de mayor aprendizaje para mi.
Cuando camino por Lanzarote, ahora he tomado el Norte como ruta habitual que me tiene conquistada hace unos años, a la vez camino conmigo, vuelvo a estar en mi, desde el silencio, la armonía que me refleja esa Naturaleza bella, que puede estar en el Mar, en el Campo, al igual que puede encontrarse en un parque de la ciudad.
Ella brota con fuerza y da todo de si para expresarse con todo su potencial, ya sea en un bosque o entre las grietas de asfalto y adoquines.
Hay algo indescriptible que me da la Naturaleza, la Vida, la Exploración, los Viajes, me invitan a hacerme pequeña y observar la gran magnitud que está a mi alrededor a cada momento, me invita a mirarla desde un lugar de admiración por su poder de regenerarse, adaptarse al medio, adaptarse al medio que le ha tocado vivir, en estos tiempos de desenfreno, distracción y ruido, donde la miramos poco.
La Naturaleza me recuerda que eso también está en mi y que somos todos.
Vivo en Lanzarote, sus tierras me vieron nacer, más al llegar a Tabayesco encontré un lugar que no esperaba, que a fecha de hoy, casi siete años después me sigue dejando perpleja, su silencio acogedor me abraza con tanta dulzura que no puedo sentir nada más que agradecimiento.
También hay veces que me empuja a salir, pues soy animal de compañía y exploradora, y si me quedo mucho tiempo sin ello , mi naturaleza se debilita . Viajar es para mi una forma de retarme, dejarme conquistar continuamente por otros lugares, vaciarme y empaparme de otros lugares, culturas, personas…al final todos somos habitantes de un mismo planeta, me pilla como aún siendo tan diferentes en nuestras tradiciones, climas, personalidad, todos tenemos los mismos anhelos, hagamos lo que hagamos, busquemos lo que busquemos, todos queremos CONECTAR, con aquello que hacemos, con aquella persona que conocemos, o que está en nuestra vida, con la naturaleza, con nuestras mascotas….
…para mi esto va de la mano a ser más amables con la vida en todas sus vertientes, más ECO conmigo misma, mi trabajo, mi hogar, mis ritmos, porque es solo desde aquí donde comulgo con esa CONEXIÓN.
Hay una pregunta que siempre me hago, sobre todo cuando estoy en estos espacios que me enriquecen. ¿Cuándo fue que olvidamos que nosotros también somos eso, la Naturaleza, con toda su belleza, sin esconderla? ¿Para qué de ese olvido? ¿Realmente lo hemos olvidado?
Vanessa