Descalzos y Felices: Disfrutando del Movimiento Natural
¿Alguna vez te has quitado los zapatos y has sentido esa sensación de libertad instantánea? ¡Andar descalzos es como la versión en vivo y a todo color de esa sensación! Y sabes qué, no es solo un capricho de la naturaleza; tiene un montón de beneficios que ni te imaginas.
De Vuelta a lo Básico
Recuerda esos días en los que éramos niños y simplemente corríamos por ahí sin preocuparnos por los zapatos, he de confesarte que todavía practicamos mucho esto en casa, sobre los callaos calientes de la orillla del mar. Bueno, resulta que esto es genial para nuestros pies. Andar descalzos nos conecta de nuevo con nuestra parte más salvaje y natural. ¿No es eso genial? Cuando conectamos con ello, la alegría entra por nuestros poros, aunque sea por momentos…cultivarlo para que esos momentos cada día sean mayores.
¿Y qué hay de los beneficios físicos?
¡Toma asiento y si quieres un poquito de música de fondo y un té! Porque aquí viene la lista de beneficios: fortalecimiento de los músculos de los pies y las piernas , mejora del equilibrio y la postura (¡hola, gracia y elegancia!), y circulación sanguínea mejorada (nuestros pies estarán celebrando). Además, ¿sabías que nuestros pies pueden absorber cosas buenas del suelo como minerales? ¡Es como tomar un batido de vitaminas para tus pies!
A nivel espiritual, una parte que nos encanta y queremos compartirte…
A nivel espiritual y ancestral, andar descalzo tiene una profundidad que va más allá de los beneficios físicos que ya hemos mencionado. En muchas culturas y tradiciones ancestrales, caminar descalzo se considera una práctica sagrada y una forma de conexión con lo divino y lo terrenal.
Desde tiempos inmemoriales, diversas culturas han reconocido la importancia de estar en contacto directo con la tierra como una forma de mantenerse en armonía con la naturaleza y el universo. Esta conexión se refleja en conceptos como el «earthing» o «grounding», que sostienen que al poner nuestros pies en contacto con la tierra, absorbemos energía vital y nos conectamos con la energía terrestre que fluye a través de nosotros.
En muchas tradiciones espirituales, andar descalzo se considera una forma de purificación y renovación. Al liberarnos de los zapatos y permitir que nuestros pies toquen la tierra, nos despojamos de las cargas y las energías negativas acumuladas, permitiendo que la energía positiva fluya libremente a través de nosotros.
Además, caminar descalzo también puede ser una práctica de mindfulness y meditación en movimiento. Al prestar atención plena a cada paso y sentir la textura del suelo bajo nuestros pies, podemos entrar en un estado de conciencia elevado y conectar con nuestro ser interior de una manera más profunda.
En resumen, andar descalzo no solo es una práctica física, sino también espiritual y ancestral que nos conecta con nuestras raíces y con la energía primordial del universo. Es una forma de recordar quiénes somos realmente y de honrar la sagrada relación entre el hombre y la tierra
La próxima vez que tengas la oportunidad, o mejor aún, te invito a que busques esa oportunidad y ¡no dudes en sacarte los zapatos y disfrutar del mundo bajo tus pies descalzos, de la Tierra que nos sostiene siempre, que nunca nos abandona y lo más importante DÉJATE SOSTENER . Observa que te trae de regalo esta práctica…
Y….compártelo, que vuelen esos maravillosos beneficios de algo tan sencillo y que tenemos a mano.
Con amor, Vanessa